Los tentáculos de este flagelo social alcanzan casi todas las esferas sociales, políticas y económicas en México y en otros muchos países, incluso de primer mundo.Ahora, el narco se mete con la Meca del cine.
En un alarde de poder, los criminales obligaron al director venezolano Jonathan Jakubowicz a cancelar el rodaje de La Reina del Sur, adaptación de la novela de Arturo Pérez-Reverte, la cual se adentra de manera temeraria en ese mundo peligroso, sórdido e irreal para la gran mayoría de los mortales.
La producción, que iba a tener un costo de 26 millones de dólares y a Eva Mendes y Ben Kingsley en los roles protagónicos, recibió un duro golpe cuando Jakubowicz recibió amenazas de muerte en su casa de Los Ángeles contra él, su familia y cualquiera que participara en la filmación. En la conferencia de prensa donde anunció su decisión de cancelar el rodaje del filme, el cineasta aseguró que no había garantías de seguridad plena para él y su equipo, “ni en México ni en Estados Unidos”…
De este tamaño es el poder del narco y por consiguiente, de ese tamaño es la lucha que libra el gobierno federal contra esta superplaga, que hasta a los dioses del celuloide asusta…
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