Corrida de toros

El arma más importante de los narcos no es el AK-47, el AR-15 ni el M-16: es la impunidad. Durante sexenios, los cárteles de la droga han hecho lo que han querido y se han expandido peor que una plaga sin que nadie les pusiera un hasta aquí, ya sea por temor o por conveniencia. Y ya era hora de que un gobierno se decidiera a tomar el toro por los cuernos en vez de hacerse pendejo con un triste becerro. Durante este gobierno ocurrió el mayor decomiso de cocaína de la historia, 23 mil 500 kilos, así como el mayor decomiso de dinero del narco: más de 200 millones de dólares que Zhenli Ye Gon guardaba en su casa de Las Lomas como nosotros guardamos el cambio del pesero. Además, es en este gobierno en el que se han detenido al mayor número de narcos de peso completo: 321, de los cuales 24 son altos mandos de todas las mafias que operan en el país.

Esto es lo que llamo una verdadera corrida de toros y no una novillada de dinopolíticos que ahora pregonan que la violencia no resuelve el problema del narco, cuando en el pasado prometían mano dura –promesa que nunca cumplieron- y recurrieron a esa misma violencia –contra ciudadanos desarmados- para aferrarse al poder.