Soy colimense, y estoy francamente preocupado porque en las elecciones del 5 de julio en mi estado no sólo hay evidencias circunstanciales sino que hay ya un sinfín de expedientes judiciales que muestran que nuestro actual gobernador Silverio Cavazos y su candidato a ocupar su puesto, el alcalde de la capital con licencia Mario Anguiano, están implicados con poderosísimos grupos de narcotraficantes de los cárteles de Joaquín El Chapo Guzmán y de los Hermanos Amezcua.
Se sabe que Francisco y Rafael, hermanos del gobernador Cavazos, trabajan directamente para El Chapo y que Humberto (alias “La Rana”), el hermano de Mario Anguiano, fue condenado a diez años de prisión en Estados Unidos por vender metanfetaminas, y también se sabe que Rafael Anguiano Chávez, primo de ellos, purga también en Estados Unidos, en California, una pena de 27 años por haber dirigido la organización aliada con la venta de las metanfetaminas de los Hermanos Amezcua.
El PRI, además, tiene a otros narco-candidatos, como Roberto Chapula de la Mora, que aspira a una diputación federal. Considero que cualquier opción es mucho mejor que apoyar a estos narcopolíticos, que son la perdición de mi querida patria chica.
Se sabe que Francisco y Rafael, hermanos del gobernador Cavazos, trabajan directamente para El Chapo y que Humberto (alias “La Rana”), el hermano de Mario Anguiano, fue condenado a diez años de prisión en Estados Unidos por vender metanfetaminas, y también se sabe que Rafael Anguiano Chávez, primo de ellos, purga también en Estados Unidos, en California, una pena de 27 años por haber dirigido la organización aliada con la venta de las metanfetaminas de los Hermanos Amezcua.
El PRI, además, tiene a otros narco-candidatos, como Roberto Chapula de la Mora, que aspira a una diputación federal. Considero que cualquier opción es mucho mejor que apoyar a estos narcopolíticos, que son la perdición de mi querida patria chica.
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